Comentarios del
tipo “mamá no conduce bien”, “ mamá no es tan inteligente como papá”, los dicen los niños pequeños educados en un machismo que no se ve, incluso cuando la
realidad sea otra, que la mamá a la que se le aplican los comentarios es mejor
conductora o más inteligente que el padre. Poco importa, el machismo es ciego y
muy mentiroso, porque hace de las mujeres, de todas, personas débiles, estúpidas
y víctimas.
Pero ese machismo no sólo ocurre en países como España, que todo el mundo considera un país muy machista,
junto con otros países machistas como Japón, México o Egipto. Muchos otros países que
pretenden ser ecuánimes y perfectos, son machistas y mucho, quizás peor que
aquellos otros lugares donde abiertamente se habla del asunto. No hablar
de algo es no reconocerlo y no reconocerlo es no actuar para cambiar algo que daña a alguien, en este caso, a las mujeres.
Estados Unidos
pretende en la arena internacional ser un país moderno, igualitario, el país de
las oportunidades para todos. En los empleos se complacen siempre en incluir una frase en la que afirman
que “en este trabajo se emplean a todas las personas sin distinción de género,
orientación sexual o raza”.
La secuencia lo dice todo. Como lo limpió todo rápidamente se puede leer un libro y con entusiasmo grita, ¡me voy a leer uno de estos! |
La realidad es
muy diferente.
Las mujeres
cobran en Estados Unidos alrededor de un 18% menos que los hombres. Esto se
debe, como ocurre en muchos otros países, a que las mujeres eligen trabajos que
pagan menos, maestras, enfermeras, administración, mientras que los hombres
eligen trabajos mejor pagados como ingenieros de sistemas de computación y
software, gerentes y construcción. Sin contar con el hecho de que las mujeres
dedican más del doble de tiempo a cuidar de los hijos y los familiares enfermos
que los hombres. Pero incluso en trabajos en igualdad de condiciones, es decir,
hombres y mujeres tienen la misma preparación, las mujeres estadounidenses
ganan 80 centavos frente a un dólar que ganan los hombres. Dicen ciertas
investigaciones que los hombres son más agresivos pidiendo aumentos de sueldo
mientras que las mujeres se conforman más. Quizás sea cierto pero no explica
una diferencia tan grande, porque más allá de un 0.5%, cualquier diferencia es
significativa.
Las mujeres de
Estados Unidos parecen cómodas con un papel muy tradicional de la mujer y
muchas optan por quedarse en casa cuidando de los hijos, la casa y el marido.
El papel del ama de casa no está tan mal visto como en Europa porque encaja con
el papel tradicional de la mujer. Conste que soy partidaria de tener bien
atendidos a los hijos y hacer lo posible para que el trabajo de las madres y
padres no los deje solos y desatendidos, pero no me gusta la idea de sacrificar
por completo la independencia económica y sobre todo mental que un trabajo con
un sueldo ofrece, sea un trabajo que se haga fuera o desde la propia casa con fórmulas de trabajo flexible.
Las divorciadas, viudas o solteras en Estados Unidos, reciben ataques directos de
los vecinos que jamás se hubieran atrevido a hacerlo de haber habido un hombre en la casa.
Cuántas veces una soltera que tiene un conflicto con una casada hace
que el marido se enfrente a la soltera para evitar hacerlo ella misma e intimidarla aún más. Una
amiga hace años, divorciada, se quejaba amargamente que desde que su marido no
estaba con ella los vecinos se quejaban de lo alta que tenía la hierba del
jardín y que la debía cortar, cuando con el marido años en casa nunca dijeron nada.
Otra amiga recibió el mismo tratamiento al divorciarse, de pronto los vecinos
se quejaban de los ladridos del perro que ladraba igual de alto antes del
divorcio que después del divorcio.
La gran satisfacción de limpiar los suelos |
La primera dama
de Estados Unidos nunca trabaja como ocurre con las primeras damas europeas. ¿Quién
se podría imaginar en Estados Unidos a Michelle Obama haciendo lo que hacía
Carla Bruni, que hasta grabó un disco cuando Sarkozy era presidente o la
abogada Cherie Booth, la mujer de Tony Blair, que siguió trabajando a pesar de
ser primera dama? Impensable. Michelle Obama, como sus predecesoras, hace cosas,
no es que esté ociosa todo el día, pero no trabaja yendo al trabajo y siguiendo
con su carrera profesional, es, sobre todo, la que secunda al marido. Y está
por verse cuándo una mujer logrará ser presidenta de Estados Unidos, Hillary
Clinton quizás pueda lograrlo si supera todas las zancadillas, desde si que
tiene los tobillos gordos o que se desmaya por una gripe.
Qué gran colega, el Mr. Clean limpiador. ¡Muchísimo mejor que un amante! Acompaña y lo deja todo brillante. |
Al final todo se
reduce a que educamos, como sociedad, a los niños y a las niñas de un modo
diferente. No es ya jugar o no con muñecas y coches sino ver día a día que la
madre, aunque trabaje tantas horas como el padre, se encarga de los niños, de
la casa, de los ancianos. Y los mensajes que recibimos por todas partes son
machistas, y a la vista están los anuncios de la televisión. Incluyo unas fotos
de anuncios de la televisión de productos de limpieza en Estados Unidos que no tienen
desperdicio y que son un profundo insulto a la inteligencia de miles de
mujeres.
Si todo ese talento
desperdiciado en mantener una casa libre de polvo se empleara en asuntos más
importantes, probablemente la humanidad estaría en un lugar muy diferente hoy
en día. Pero no, seguimos estando demasiado cómodos con la idea de que las mujeres limpien sus casas y no
exploren otras capacidades. La batalla de los sexos empieza y termina con quién
agarra la fregona y les compra la ropa a los niños, así de simple.